lunes, abril 25, 2016

Derbi de siete sentidos

Sevilla exhala aroma a fútbol recién molido. Expreso y solo, dos de azúcar que tanteen el dulzor y caliente. Fragancia para despertar la sensibilidad y afrontar lo importante.
 
Saborea vino de la vendimia de la historia. Dos copas para el brindis sin fin, por lo divino, por lo humano y por nosotros, no se agota por qué brindar, destapada la verdad por el corcho presionante del espumoso rojo.
 
 
Divisa un atardecer de la igualdad ficticia. El ocaso del sol novelesco en un horizonte teñido de rojo sobre la campiña verde y el fulgor blanco de las estrellas. Apariciones alternas de la luna albina sobre el techo inagotable.
 
Escucha la tristeza afásica y la alegría afónica. Repiques de campanas de un cura loco. Maitines y difuntos en distintos sitios y a la misma hora, penitencias y cánticos al unísono.
 
Palpa el ánimo imperceptible de la importancia. Pieles erizadas por la caricia audible del roce y contacto del corazón sobre el placer, provocando borbotones de sensaciones a través de la garganta y las miradas.
 
Intuye el principio de lo que siempre fue. Corazonadas con arroz amarillo e higaditos inflamados, con pimientos verdes machacados, tenedor, por aquello de pinchar y mamelones de puntas, por aquello de mamar.
 
Lee en la mente el adivina adivinanza del siguiente derbi. Sólo mirar en los ojos y ya sabe lo que va a pasar, algo nuevo, tal vez diferente pero con final idéntico y mejor disfrute.
 
Qué bonito es estar hecho a medida de los siete sentidos. A medida.

miércoles, enero 13, 2016

De "burreo", choteo y otros "eo"

Suena el despertador a burreo, a olé cuando el primer tiempo aún no había terminado, a Joaquín buscando su capote, ¿que cuente un chiste? ya lo hacía frente al balón con el baile de Chiquito, a Van der Vart aclamado por la manía de pisar charcos y llenarse de barro, a goles a medio gas ante equipo de medio pelo o calvo entero, a Rey de Reyes y a acierto de Gameiro, aquí la calidad, a Ramis de goleador y a Kakuta quédate, aquí la del rival. ¿Rival?, estoy de cachondeo.
 

Huele la mañana a choteo, a quinientas diez criaturitas "...dónde está el manquepierda, el manquepierda dónde está...", el quinientos once y el quinientos doce salieron por chiqueros antes del recuento, los más listos sin duda, cantando "...Sevilla es verdiblanca..." con el 4-0  (6-0) ante cuarenta mil bufandas rojiblancas "...Oh Pepe Mel, oh Pepe Mel...", y retumba en Nervión lo impensable hasta que a un genio se le ocurrió que nos aprendiéramos su himno de memoria "...apilados como balas de cañón. Betis, Betis, Betis...", eso sí, el berreo no sonó igual que en el medio estadio de  la Palmera, en eso son únicos, ¿sabéis ya lo que es el señorío y la guasa sevillana? Y sus recursos, los insultos... pero nosotros lo adornamos con lucecitas a modo de bengaleo.
 
¡Hala ya! al recreo... a recrearse lo aprendido que ya sabéis lo que sois, el hermano pequeño al que se le dan las collejas, el vecino del al lado que agacha la cabeza, los mindundis sevillanos, el equipo copero por excelencia... en ser eliminados y a Calleja con los cuentos de vuestra historia paralela y para lelos,  ¡ay qué cabreo!
 
Y aún queda un deseo, seguir cantando en la vuelta de la Liga aquello de "...suben y bajan, suben y bajan, parecen un ascensor..."
 
 "...a segunda, eo, a segunda, eo..."