A rey muerto, rey puesto,
desaparece García Pelayo de la esfera de Smash y aparecen Oriol Regás con el
sello Bocaccio, Alain Milhaud y Ricardo Pachón, este último desembarca
con Manuel Molina bajo el brazo y el flamenco en el horizonte musical. Entre
fiestas en compañía de los ácidos y la arena de la playa, de Aro, y el estudio
de grabación, transcurre el devenir de este nuevo L.P. de Smash.
Bocaccio mete mano en la
publicación de los temas grabados y la autonomía financiera y compositora del
grupo toca a su fin, Gualberto es el primero en abandonar, siguiéndole al poco
Julio Matito; sólo se publican dos single, "El Garrotín" con "Tangos
de Ketama" y "Ni
Recuerdo, ni Olvido" lisiado al publicarse en las dos partes del
vinilo pequeño. Corría el final de 1.971 y principios de 1.972 y la aventura flamenca
de Smash quedaba orillada en la acidez de una compañía discográfica, una
historia repetida.
Es en 1.978, con el Rock Andaluz
produciendo temas por doquier y con Bocaccio integrado en Zafiro, cuando
Vicente "Mariskal" Romero decide publicar las grabaciones de Smash
bajo el sub-sello Chapa, editando cinco de los diez temas grabados, en la cara
A de un L.P. que compartirían con Agujetas y Manolo Sanlúcar en la cara B, de
título "Vanguardia y Pureza del Flamenco".
El disco se abre con "El Garrotín" y ya se aprecia
el sendero que andará el nuevo sonido del grupo con la incorporación de Manuel
Molina, el primer intento serio de fusionar la vanguardia progresiva con el
flamenco, ritmo eléctrico de garrotín con el bajo de Julio Matito para los
coros en inglés y guitarras wah-wah son el inicio del tema para dar paso a la
voz gitana de Manuel y su guitarra de fondo, con algún sólo progresivo de la
eléctrica de Gualberto, el único éxito relativo del grupo en toda su historia; "Alameda's Blues" es el
segundo tema del disco, magnífica cadencia de blues por bulerías, para dar paso
a la voz de Julio Matito en inglés y acordes de la guitarra flamenca sobre el
ritmo del grupo para la réplica de Manuel con contrapunto magistral de la
guitarra eléctrica para volver al inicio del tema; continúa con "Ni Recuerdo, ni Olvido" el
tema que mejor fusiona la trayectoria anterior de Smash con el flamenco, mescolanza
de las guitarras ante la voz de Manuel y un impresionante trabajo a la batería
por parte de Antoñito, definición perfecta de rock flamenco progresivo; el
cuarto tema es "Tarantos"
otra pequeña joya en este trabajo que abre la guitarra flamenca de Manuel para
dar paso a coros ingleses, violín y tabla hindú, con los ritmos hermoseando el conjunto,
un disfrute para los sentidos; cierra "Tangos
de Ketama" posiblemente el tema más flojo, aunque con un trabajo
demoledor del bajo de Julio que lleva todo el peso de la composición, junto a
la voz de Manuel, los coros algo desajustados al tema y un buen sólo de
guitarra eléctrica ponen los contrastes.
"El Garrotín" con imágenes del documental "Underground la ciudad del arco iris".
No viene a cuento desarrollar los
temas de Agujetas con Manolo Sanlúcar que componían la cara B que debió
pertenecer a los otros cinco temas perdidos en la grabación de Bocaccio, cuyos
títulos serían "Pequeño Peter"
(¿el tema que años más tarde tocaron en un Musical Express como Tiny Peter?), "Blues a las diez", "Al amanecer", "Arriba el cielo" y "Abalorio", una pena el
olvido de estos temas en el limbo musical, los menos comerciales de la estancia
catalana y, seguramente, los que contemplarían una muestra más interesante de la
fusión de Smash.
Fin del Grupo, en mayúsculas, y
comienzo de un sonido con esencia y aroma que algunos quisieron defenestrar y
otros queremos seguir paladeando.
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