sábado, noviembre 22, 2008

Daños colaterales, defensa numantina

¿Quién daña más una imagen, quien habla o quien obra?, ¿es el silencio por no hacer saña el arma que utilizan los inquisidores para tapar sus fechorías? Ante un atropello premeditado y alevoso contra los derechos y la integridad moral del integrante de un colectivo por parte de otro, perteneciente a ese mismo colectivo, pero con rango superior, material que no de espíritu, ¿qué conviene más, guardar silencio por el bien común y tapar la calaña del que abusa indiscriminadamente del poder concedido, o airearlo, esperando que la ventolera cause un efecto de autolimpieza? Sin duda, lo segundo y cuanto más violentas las sacudidas, más efectiva será la desinfección.

De la Portada de Estadio Deportivo el 21 de noviembre de 2008


Hoy nos desayunamos con esta entrevista. ¿Por qué no antes?, será el ataque de unos, otros añorarán un borbónico ¿por qué no te callas? Al venir de quien viene, un sevillista sin fisuras, recientemente galardonado con el premio Corazón de Nervión que anualmente entrega la Peña Sevillista Sevillagrande, es seguro que ha estado meditada y por eso la tardanza, por eso concederla, aunque eso no sea más que desviar la atención en discusiones tangenciales, sin entrar en valorar lo que de élla se desprende.

La justificación mísera y despreciable de un despido por los efectos nocivos que el nacimiento de un hijo con Síndrome de Down pudiera provocar en la profesionalidad intachable de Sebastián, es algo que dice mucho, más bien todo, de la persona que lo manifestare, hampón de medio pelo, felpudo de zapatos delnidianos, escupidera orgullosa de casposos dirigentes, ¿sigo?, lo dejo a la imaginación del lector, la mía se agota al llegar a la definición de canalla, sin más.

Ahora vendrán los salvadores de la patria rojiblanca con el daño desmedido que estas manifestaciones vertidas en Estadio Deportivo provocarán en los cimientos nervionenses, con la premeditación de un acoso y derribo teledirigido contra las nobles posaderas de nuestros gerifaltes valle-inclanianos, sin caer en la cuenta, queriendo o descuidadamente, que la verdadera aluminosis del Sánchez Pizjuán se encuentra instalada, como carcoma, en los sillones dirigentes y es urgente una eliminación de la plaga, sin más demora y sin más miramiento.

Ya estoy echando de menos a más sevillistas como Sebastián Borrás.