viernes, octubre 24, 2008

Fútbol para todos, no para unos cuantos


Con ese lema, algunos pedimos una bajada en los abonos de la temporada 2007/08 y no conseguimos nada. Con ese lema, algunos pedimos una bajada de los Euroabonos de la Champion de esa misma temporada y algo se consiguió. Con ese lema volvimos a no estar de acuerdo con el abono de esta temporada 2008/09 y tampoco conseguimos nada, ¿o sí?, porque los precios de los Euroabonos de la UEFA han sido razonablemente baratos… y la pelota cayó en nuestro tejado.

Hoy era el día en que la afición tenía que responder, sobre todo para hacer bueno ese lema, y hoy esa afición ha dejado clara su respuesta, el fútbol no es para todos, es para unos cuantos. Me explico.

Hoy hemos estado unos 28.000 abonados en el Ramón Sánchez Pizjuán, en un partido oficial del Sevilla F.C. en Europa, ante un equipo alemán, el Stuttgart, algo impensable hace unos años, no muchos, es más, algo impensable en Segunda División, hace no muchos años. ¿Por qué?, me he preguntado y he llegado a una conclusión. Se habla de lo temprano de la hora, pero esto ha sido así en todas las anteriores eliminatorias de UEFA, incluso aquellas en las que no pasábamos de dieciseisavos, y siempre ha tenido una más que aceptable entrada. Se habla de lo flojo del rival, ¡un equipo alemán!, ¿os acordáis de aquella eliminatoria con el Kaiserlauten de Brieguel (un portento físico)?, claro eso era cuartos de final, pero antes fue el Paok y antes el Levski Spartak. Se habla de las inclemencias del tiempo, ¿cuándo un sevillista ha faltado a su cita por la lluvia, el frío, el sol o el calor?

Hablan de que la afición se ha acomodado y yo digo que no, sino que a esta afición se le ha impuesto que acoja en su seno a advenedizos y figurones acomodados, en el más amplio sentido de la palabra, porque la afición de siempre sigue ahí, para lo bueno y para lo malo, los otros, los de nuevo cuño, sólo aparecen para las maduras.

Indudablemente, el fútbol no es para todos, es para los que llevamos esos colores y ese escudo en la sangre y a muchos de ellos se les ha echado vilmente de su casa por unos cuantos euros de más; esos que ya no están por problemas de presupuesto, son los que han faltado hoy a la cita, porque sus sustitutos, de tarjetas y billetes, no han sabido estar a la altura. Evidentemente el problema no es de precio, es de sentimiento, porque esos que no han sacado su euroabono no lo han hecho por economía, sino porque su única motivación son las grandes eliminatorias y los triunfos, aquéllos a cuyo amparo acudieron, volviendo la espalda en las “intrascendentales” pachanguitas clasificatorias y querrán estar en primera fila en los éxitos, desplazando a los que hoy estábamos.

Espero que la directiva haya tomado buena nota, aunque me temo que la tomará en la dirección equivocada y justificará nuevamente los precios abusivos: mismos espectadores al doble de precio, doble recaudación; es la ley de la oferta y la demanda, liberalismo de las Sociedades Anónimas.

Que el himno y la bandera nos coja confesados, sólo nos quedará cobijarnos bajo el escudo.