domingo, septiembre 21, 2008

Paramnesia del Rock Andaluz

Anoche, las paradojas de los viajes en el tiempo quedaron resueltas en el Auditorio Rocío Jurado de Sevilla. Es la "Teoría especial de la relatividad" de Einstein la que formula esta posibilidad, pero solamente en una dirección, hacia el futuro, jamás se podrá viajar hacia el pasado, ayer quedó demostrado.

Los que asistimos, entre expectantes y fascinados, a la llamada de la Bienal, percibimos en nuestras mentes una deliciosa paramnesia (algunos, en anacrónico afrancesamiento decimonónico, lo denominan “déjà vu”). Digo deliciosa, porque lo que allí ocurrió, nos dejó el regusto de la música con mayúsculas, de un sonido que quisieron enterrar pero solo estaba aletargado, ahí está poderoso, como Lole, esa voz plena de musicalidad y potencia, que inunda por sí sola (¡Ay, Manuel!) un escenario; como Pata Negra, en una actuación sin par, solo Rafaelillo queda (que bien que te recuperamos), pero sólo se basta; como Cai, en segunda juventud (¿visitaría Ponce de León la Bahía antes de partir a las Indias?) con Alegrías de ensueño; como Guadalquivir y su jazz por bulerías de origen védico y una flamenca mohiniattam de danza hipnótica; como Alameda y su apuesta por sonidos primigenios caminando calle arriba, apuntando alto, y aquí Eduardo, de frialdades nada, álgido el momento y el ambiente cálido, ¿no queríamos emociones?, pues de golpe todas; como Tabletom o el arte de la música del gruñido, no te quites con el trabajo que nos está costando; como Imán pincelando bulerías que no por mucho escucharlas sabremos como suenan, siempre algo mágico, siempre algo nuevo; como Smash de guitarras límpidas en su progresividad gualbertiana avanzando hasta el encuentro (¡Ahora sí, Manuel!) con el flamenco rancio, de cuerdas y quejíos.

Pero en todos, un denominador común, las ausencias, esas que demuestran que un viaje al pasado no es posible, a las Paradojas del Abuelo, los Gemelos o la de Hawking, habría que añadir la del Rock Andaluz. La noche era de nostalgia y como tal la disfrutamos retorciéndose la memoria en tortuosos mensajes ya vividos de juventud y la conciencia frenando la euforia de la posibilidad de un pasado presente.

No era ni el lugar ni el momento para quien buscase innovaciones y desafíos arriesgados, para eso ahí está el futuro, enfrente, algunos apuntan a la diana de un mañana luminoso, otros se empeñarán en continuar paramnésicos y serán engullidos por las nuevas formaciones. No hubiera estado de más otro concierto de las apuestas de futuro, las de estos mismos y las de los que vienen empujando, algunos fuerte, muy fuerte, una especie de combate entre “La Leyenda del Tiempo” y “La Leyenda del Espacio”, con un observador común a los dos, el Flamenco, que elabore una nueva teoría donde el pasado y el futuro se den la mano y que yo la denominaría “La Relatividad de la Paramnesia del Rock Andaluz”.

lunes, septiembre 15, 2008

Carta abierta al Director de Marketing sobre las camisetas de la U.E.F.A.

Sr. Director del Departamento de Marketing:

Desde el respeto, el mismo que como sevillista me han faltado Uds. varias veces, desde el Consejo en general y Ud. en particular, le exijo la inmediata retirada de las equipaciones oficiales de mi/nuestro Sevilla F.C. para la competición de la U.E.F.A., por dos motivos.

Uno general, ya que los colores de nuestro equipo son el blanco y el rojo, ninguno más, nuestra bandera la blanca y roja, ninguna más, y nuestro escudo…bueno, ese al menos todavía lo respetan, aunque verlo estampado, con un protagonismo secundario, en tan impresentables elásticas me producen arcadas de indignación.

El otro particular, ya que soy uno de los que piensan que la inclusión de la bandera española tiene un trasfondo político, premeditado y jactante, del cual no estoy dispuesto a participar, por ideas y principios morales y no es el Sevilla F.C. vehículo para ningún tipo de propaganda política, aunque sea subliminal, de uno u otro signo.

El Sevilla F.C. no representa a España ni a sus instituciones, ni a la vieja ni a la nueva España, ni mucho menos Uds. representan a España ni a sus instituciones; el Sevilla F.C. sí representa a todos los sevillistas, entre los que, por supuesto, me incluyo y nos representa a través de un escudo, unos colores y una bandera que dista mucho de ser la que desde su parcela de poder nos imponen, superándose cada año y Uds., a mi pesar, sí son los representantes del Sevilla F.C. y a él y a su masa de accionistas, abonados y aficionados se deben sin exclusión.

viernes, septiembre 05, 2008

Retiro anual en el Lago de Triana

Son ya veinticuatro años, con alguna ausencia intermedia, de asueto veraniego en la Marina Baja alicantina, lugar de nacimiento de la mujer que hoy día es mi esposa y gracias a la cual, conocí este paradisíaco lugar. Dentro de la cantidad de municipios que jalonan este territorio (Benidorm, Finestrat, La Nucía, Polop, Callosa, Alfaz del Pí, Calpe…), hay uno al que le tengo especial cariño y, sin excepción, visito con deleite; su nombre ya me provoca una paz interior que se ve incrementada a cada paso que recorro por su “Poble Antic”, entre cuestas interminables y casas encaladas en blanco, hasta la “Plaça de l’Església”; se trata de Altea, que significa “Yo curo” y ciertamente que cura el espíritu, mi atracción personal hacia este lugar roza lo instintivo desde que lo descubrí y no sabía decir por qué.

Asentada a los pies de la Sierra de Bernia, desde el mirador de la Plaza de la Iglesia, se aprecia una extensa bahía que abarca desde el promontorio de la “Serra Gelada”, que cierra la Playa del Albir, de cantos rodados moldeados como arena, hasta el coloso de piedra, gemelo de “nuestro” Peñón de Gibraltar, conocido como Peñón de Ifach, en las estribaciones del puerto de Calpe. Vista desde el mar, Altea es una colina de casas blancas coronadas por las dos cúpulas de su iglesia, que reflejan hacia el cielo un azul eléctrico que se funde en el paisaje.

Sierra Helada desde Altea

Peñón de Ifach

Altea desde el mar

Decía que no sabía por qué este hechizo primitivo del inconsciente entre Altea y yo, hasta que un día, hace ya algunos años, descubrí el nexo de unión entre nosotros.

No podía ser de otra forma, qué otro lugar pudo inspirar al Genio el mejor tema musical jamás escrito por nadie, en qué otro lugar se podría haber dado ese amor idílico, de dónde podrían haber surgido las musas inspiradoras de “En el Lago”. Ese lago que reflejaba sueños, era el mismo que yo contemplaba año tras año desde el mirador de Altea, aquel monte que regalaba amor, no era otro que el promontorio de Sierra Helada (¿o era tal vez el Peñón de Ifach?), aquel pájaro blanco volvía cada verano a repetir el hechizo con su vuelo desertor, esa estrella fugaz recorría el cielo alteano todos los años, al menos una vez, anunciando un amanecer que siempre llega, esclarecedor de profundidades filosóficas y cada año, desde ese mirador, un pensamiento ausente deambula por el aire, al principio lo creía errante, desde hace un tiempo sé cierto hacia donde se dirige y tú, Jesús (de la Rosa sin Espinas, grande Sabina), seguro que lo recibes y entonas con agrado un “En el Lago” etéreo allá donde se encuentre tu alma y la de los míos.